Cada puerta es un camino de ida. Toda puerta abierta queda cerrada para la persona que la cruzó. Por más fuerte que lo intentes, cuando vuelvas a cruzar, ya vas a ser = (la persona que eras antes de cruzar la puerta) + (la puerta que cruzaste). Nunca más vas a ser virgen de esa puerta. La próxima vez que pases, va a ser la segunda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario