jueves, 14 de abril de 2011

Una oración nocturna

Hola dios. No sé si existís. No me consta. Pero como tampoco me consta que no (del mismo modo que me pasa con los unicornios, Alf y la isla de Lost), quisiera decirte una cosa. No es que crea que un ser hipotéticamente tan groso como vos ande surfeando la internet y caiga en mi blog porque es fantástico, pero toda esa cosa de la omnipresencia, onda Droopy, así me dijeron que eras.

Entonces, dejame que te diga algo dios. Si resulta que existís, y estás de acuerdo con todo lo que te hacen opinar tus representantes, por mí te podés ir bien a la mierda. Y no te mando a la concha de tu madre porque aparentemente no tenés. O sí, y es la virgen María, nunca enganché bien el concepto de Jesús siendo dios e hijo de dios a la vez. Pero no viene al caso. Eso. Podés irte bien a la mierda.




(Si resulta que sí existís y no estás de acuerdo, ponete las pilas capo)

2 comentarios:

Veinte cargas dijo...

Estupendo, Una. No cualquiera se anima a escribir y publicar un post como éste. Por mi parte, tengo la certeza de que dios es un triste invento, pero si tuviera dudas suscribiría lo que decís.

muchacity dijo...

estoy totalmente de acuerdo con vos!
se puede ir bien a la mierda y chuparme bien los que no tengo.
te banco loca!