domingo, 11 de diciembre de 2011

Plastideal

Nada más irreal que un ideal. ¡Cuán ideales los ideales!
O será que nada más ideal que un irreal.
Nada más plástico que el mundo.
Nada más artificial que tus flores plásticas, como el mismísimo mundo.
A imagen y semejanza.-

martes, 6 de diciembre de 2011

por suerte hoy ya es martes

de los lunes que
ruedan las ruedas que
pasan los bondis que
abren los correos que
suenan las bocinas que
quiero pensar y no me sale que
te detesto y que no que
necesito vacaciones que
sean lejos de mi cerebro que
si todos fuéramos un poco más felices mi trabajo sería menos podrido

sábado, 19 de noviembre de 2011

Tía

Una de las delgadas líneas que nos separan la atravesaste ayer, cuando hiciste de cuenta que sabías quién soy.

lunes, 17 de octubre de 2011

Lunes

Y es que, bueno, si no queda otra... Buen día.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Chiflete

Las puertas lo dejan a uno de un lado o de otro. Gran conclusión, hoy estoy muy perspicaz.
Cada puerta es un camino de ida. Toda puerta abierta queda cerrada para la persona que la cruzó. Por más fuerte que lo intentes, cuando vuelvas a cruzar, ya vas a ser = (la persona que eras antes de cruzar la puerta) + (la puerta que cruzaste). Nunca más vas a ser virgen de esa puerta. La próxima vez que pases, va a ser la segunda. 

Bomba de olor

Haber salido de mi todavía casa, llevando en el bolso unas primeras cuestiones -pa'l mate- a mi futura casa, y que la tarde oliera a los primeros jazmines del año.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Mantra

Hoy te digo chau porque me voy para siempre. Y sé que vas a estar bien sin mí.
Hoy empiezo de nuevo una vida sin vos. Sin tu polución, tu contaminación, tu belleza, tu inteligencia. Sin tus ojos negros mirándome de arriba sin querer, sin tu sonrisa de mil dientes comiéndome. Sin mi peor parte.
Hoy somos diferentes y estoy orgullosa de eso. Hoy cantan los pájaros y duermo en paz.

(No, no te hablo a vos. A vos no, a vos que sos tan voz.A vos tanto que te quiero. De vos me acordé hoy mientras me bañaba. Me debés, sin saber y entre otras cosas, una ducha de fin de semana.
Hoy me toca hablar -con fantasmas).

martes, 16 de agosto de 2011

Todavía sueño eh, no vayas a creer.
Con lenguas y flores, gargantas que degluten pétalos.
Con un balcón en el que quepan plantas de menta, albahaca y tomate que perfumen los vestidos que cuelguen en mi soga.
Con un sol y un mar y una vida peligrosa.
Sueño con poetas ebrios y gatos de departamento.

sábado, 13 de agosto de 2011

Uno

No encontrar ninguna excusa
para quebrar un buen momento.
Un paso.

sábado, 6 de agosto de 2011

Noto que no puedo...

...usar ninguna conjugación del verbo "notar".

Indefectiblemente siento que me estoy incluyendo en la oración.

viernes, 5 de agosto de 2011

jueves, 4 de agosto de 2011

o bien


por ejemplo


wi ol liv in e ielou submarín

En cualquier momento, cuando menos te lo esperes, va a llegar la primavera. Y a medida que los meses de primavera van pasando, vuelven las tardes amarillas.

Las tardes amarillas son especímenes típicos de la temporada primeavera verano tirando a verano verano. En principio es necesario que el día se alargue, puesto que las tardes amarillas se dan alrededor de las siete, siete y media -pé eme. Y para que a esa hora podamos llamarle "tarde" -tarde como el rato del día que está entre el almuerzo y la oscuridad, no como tarde, demasiado tarde, un poco tarde, ya es tarde, tarde ya perdió el sentido- es necesario que anochezca, ahora sí pues, para qué tanta explicación, más tarde.

Las tardes amarillas tienen el alivio del calor que baja y olor a tilo o a jazmín. Dice mi nariz que un poco se parecen a la tardebuena, pero sin pólvora y con menos comida.

Alguna vez las tardes amarillas tuvieron a mi abuela con su silloncito -amarillo- sentada en la puerta de casa. Suelen usar vestidos cortos, indecentes, de colores claros, y si uno tiene mucha pero mucha suerte, están en malla al lado de una pileta, huelen a pasto cortado y se oyen como grillos, pajaritos, ladridos lejanos y una radio que canta chamamé.

Se reflejan y se encienden todavía más cuando golpean las paredes del pasillo. Si viene una tarde amarilla y cierro los ojos, camino descalza por las baldosas que, desparejas y levantadas, me jugaban al equilibrio y me raspaban las rodillas.

martes, 26 de julio de 2011

oración para exorcismos - con opciones

mal.amor enrosca-mentes
quema neuronas

que grita, que impone
qué triste

abraza para atrapar
exige disfrazado
quiere pero depende
de las condiciones

que aleja
de tanto que acerca
de tanto que aleja
mal.amor, te vas?

no vuelvas
de vez en cuando
a joder un rato

tan así, torcido
sinuoso, escamado

mal.amor de náuseas
que pierde
colectivos y canciones
esquinas y paraguas
papeles y personas
inocentes

mal.amor, te vas?

(no vuelvas
de cuando en cuando
a romperme las pelotas)

si se prefiere, puede leerse prescindiendo del entreparéntesis, como para mantener la sutileza.
si se prefiere, puede leerse prescindiendo de lo demás, como para dejar claro el mensaje.

jueves, 21 de julio de 2011

Una

Son pocas las personas capaces de escribir sobre el amor sin sonar cursis o baratas. Es necesario escribir sobre el amor, como es necesario escribir sobre cualquier cosa, pero es muy difícil hacerlo y que no suene a sinónimo. Hay, de maestros, palabras que lo dicen todo, que parecen arrancadas del propio cerebro, por no decir corazón y sonar cursi o barata. Entonces trato de evitarlo, busco la elipsis y la privacidad para este tipo de cuestiones. No siempre me sale, ya verán, pero trato. Al menos de no hacerlo público.

Hay días, sin embargo, en que a mí también se me hace necesario. Y cuando trato de evitar las cartas de amor, los poemas de amor, o las oraciones bimembres de amor, queda como opción el ahorro de palabras.


Te quiero.


(y cada vez
-cada vez de cada día-
que lo pienso

te abrazo)

(y cada vez
que lo pienso
sonrío)



martes, 19 de julio de 2011

Mmmm. No, gracias

- Hola, buenas tardes
- Buenas tardes
(papel-documento-firma-sello1234-sello12-sello123-firmafirmafirma-cincuentaydosconcincuentadosconcincuentasuvuelto)
- ¿Ya está?
- Ya está todo, gracias y que tenga un buen día
- Gracias, igualmente. ¿Se le puede decir un piropo a la señorita que atiende?
- No (sonrisa)

Sí, usted cree que soy ortiva, ¿y?


-no, no quiero tu piropo-

viernes, 15 de julio de 2011

Reglamentarias

Ando por una avenida
con las luces bajas
con el vuelo chiquito
veo sólo de cerca
soy miope
baja.

Veo
el lunes si es viernes
el viernes si es jueves
con luces bajas
no hay lejos.

Hoy estoy como para pedirte
-por si no te diste cuenta todavía-
que me quieras de favor
mientras me consigo un faro.

viernes, 17 de junio de 2011

Seis

El veintialgo de junio rendía el segundo parcial de Pensamiento Científico, cuando todavía quería ser médica. En el primero me había sacado un nueve. No podía fallar.

Juan ya estaba que explotaba, su mamá -mi hermana- también. Su gigantipanza no la frenaba, como no la suele frenar casi nada, tan viento, tan huracán, tan Andrea. Y Juan y Andrea y la gigantipanza iban para todos lados, viajaban en tren, salían a comprar las últimas cosas que faltaban.

Yo seguía estudiando, casi siempre de madrugada, como solía hacer cuando trabajaba poquito y a la tarde. Y por esos meses a algún gracioso se le daba por llamar a mi casa a las tres de la mañana, pongamos, y cortar. Ese diecisiete yo estudiaba lógica, Popper, qué se yo. Y al chistoso se le dio por llamar. Sonó el teléfono y, porque sí, pensé en Juan, lo pensé como pude porque todavía no le había visto la cara. "Este pelotudo, cómo va a llamar a esta hora, podría haber sido Andrea". Las predicciones indicaban que Juan iba a abandonar su confortable gigantipanza recién el 25. Pero parece que se aburrió.

A las seis de la mañana vino mi mamá a despertarme. Juan ya era Juan del todo, desde las 5.20 am. Inesperado como fue, Andrea tan Andrea como es, se dejaron el bolso, ese que lleva la gente cuando va a parir. Allá fuimos, nueva abuela, nueva tía y viejo bolso abandonado, a ver al Juan no anfibio.

No eran más de las siete cuando nos conocimos. Un viaje de ida. Durante toda esa semana, -que también era la previa a mi segundo parcial- todo lo que podía hacer, pensar, mirar, era Juan. Las semanas siguientes me pasó lo mismo.

En el segundo parcial de Pensamiento me saqué un tres y me fui a final. En el final me saqué un diez. Después -bastante después- dejé la carrera.

Mi estado de embobamiento tial, no obstante, se mantiene igualito, igualito al del diecisiete de junio de dos mil cinco.

Feliseis años, persona más todo del mundo.

(En un próximo capítulo: "Qué es lo que hace de Juancho un Juancho tan pero tan pero tan genial")


martes, 14 de junio de 2011

Me queda

Tengo todavía muchas cosas
que las camisas y los sellos
no han logrado extirparme
o bien
que las estampillas me ayudan a conservar.

Ganas de levantarme a la mañana
-más bien al mediodía, pero ese es otro tema-
la intención de sonreír y ser amable
porque sí, por qué, si.
Chistes malos
que me causan gracia
comentarios desubicados
silencios, un montón
pensamientos, más o menos unos cuantos
palabras, a veces.
Hambre y sueño
frío y calor
gravedad y levedad
alitas.
Gusto por la -buena- bebida
dolores de resaca
por la -buena- bebida
y por la vida.
Un gato
un chino
y dos duendes
a los que no tengo
porque no son
no pueden ser
ni quiero que sean
dijéramos que "míos"
pero con que sean así
tan de ellos mismos
me alcanza.
Tengo guardadas en mis más adentros
cosas que no aprendí a nombrar.
Tengo tantas pero tantas ganas
de aprender
y tantas pero tantas ganas
de reírme
hasta que me dé tos.

(y un montón de cosas más, tengo
pero ahora
tengo sueño)

sábado, 4 de junio de 2011

Llamado a la solidaridá

Se necesita: URGENTE un donante de espátula.
Para los días en que el uniforme se me queda pegado del lado de adentro.
Tratar aquí.

martes, 31 de mayo de 2011

Raro

¿Te conté ya que el mundo es raro?
Y que todos los que vivimos acá... Que todos somos raros porque no existe normal más que en lo raro.
Que algunos raros se parecen más entre sí y a veces se juntan y se sienten más cómodos con su rareza.
Que los pequeños son raros más amigables porque saben que raro y malo no son sinónimos.
Que algunos grandes se creen normales.


Y que si repetís muchas veces una palabra parece que deja de tener sentido.

sábado, 28 de mayo de 2011

Para leer en forma interrogativa

Has visto
verdaderamente has visto
la nieve los astros los pasos afelpados de la brisa
Has tocado
de verdad has tocado
el plato el pan la cara de esa mujer que tanto amàs
Has vivido
como un golpe en la frente
el instante el jadeo la caìda la fuga
Has sabido
con cada poro de la piel sabido
que tus ojos tus manos tu sexo tu blando corazòn
habìa que tirarlos
habìa que llorarlos
habìa que inventarlos otra vez.




-otra vez, Julio, qué costumbre, usted teniendo razón-

sábado, 21 de mayo de 2011

León

hoy vi a la mujer del aire con un león adentro
se le volaban las hojas y los ojos del otoño
mientras juntaba lo que fue y lo que va a ser

hoy vi al mismo tiempo a ayer y a mañana
en los rulos espirales escalera caracol
en la mujer del aire y en el sueño del león

como le es costumbre flotando con el viento
con el viento que levanta la tierra que pisa
y con los pasos que pisan el camino que es

hoy vi a la mujer del aire sonriéndole a la luna
pensando en cómo se hace para dormir a un león



(Hoy, después de mucho tiempo, volví a ver a la mujer del aire.
Cuando nos conocimos, hace quince años, era una nenita del aire.
Ahora lleva puestos ocho meses de panza
rellena de León)

martes, 17 de mayo de 2011

Dijo Juan:

"Quiero hablar de sorpresas y de plazas"



(Yo también)

domingo, 8 de mayo de 2011

Ahora que gano más o menos bien,
puedo ahorrar
y tengo tarjeta de débito,

¿Dónde me compro una vida?

miércoles, 4 de mayo de 2011

El frío, capítulo 2: Hay gorro bufanda y guante

Tengo de algunos inviernos sensaciones específicas, individualizables, y tengo inviernos en general.
Tengo un invierno trágico que visto a la distancia parece chiste y 24 inviernos felices. Tengo frío y me gusta bastante.

El invierno empieza cuando mi abuelo vuelve a conectar la estufa. Es decir, empezó hace tres días. ¡Despierten!

Cuando esto ocurre, me veo en la obligación de sacar de entre mis cosas gorros y bufandas. Me gusta tener frío y ponerme gorros y bufandas.

Sentirme una cebolla (mmm, cebolla)
escondida detrás de capas de hilo y lana.

Ponerme guantes y sacarme uno para fumar mientras espero el colectivo.
Y volvérmelo a poner, y volvérmelo a sacar porque agarrar las monedas para el bondi con guantes es una tarea sumamente incómoda.

Pisar las hojas secas y hacerlas crujir. Hola cliché. Me gustás.

El instante antes de bañarme, cuando me saco la ropa y tengo frío, y el instante de durante de bañarme, abajo del agua, teniendo calor. Y el instante de después, de vuelta, de invierno.

Me gusta abrazarte antes de dormir, en verano también pero ahora más. Y enroscarte los pies fríos para que se calienten. Odio dormir con medias.

Taparme con setenta y dos frazadas y sentir la cara fría con el frío.

Y sentir frío y tomar una sopa, o un té, o un vino y comer chocolate.

Me gustan mucho las bufandas y los gorros.

Y me gusta escuchar canciones de invierno.


El frío, capítulo 1

Me gusta el frío porque me doy cuenta.
Por ejemplo, una mañana me despierto y aparentemente, hacen tres, o dos, o un, o ningún grado. Me pongo medias largas y medias de algodón, pantalones (sólo uno, en verdad), una o dos remeras, uno o dos pulóveres -una remera combina con dos pulóveres y dos remeras con un pulóver-, campera, guantes, gorro y bufanda. Entonces salgo a la calle y siento fría la nariz.
Me doy cuenta de que tengo una nariz.

lunes, 25 de abril de 2011

Sospecha

Me parece que mi cerebro funciona raro

El resto

Si lo pensás bien, hoy empieza el resto de tu vida

todos los días

todos los todos

los días.



(A veces me asusta
ver de cuánto
no me doy cuenta
todos los días
todos los todos
los días)

lunes, 18 de abril de 2011

and the winner is...

Tenemos el agrado de estar aquí...
¿Usted y cuántos más?

¿Perdón?
Si, dice “tenemos el agrado”, y aquí estamos hablando usted y yo nada más. ¿Cómo sabe que yo también tengo el agrado?

Ehh, es... en verdad una manera... Digo, que yo de algún modo... Tengo el agrado de estar aquí, en Nueva Guinea, en ocasión de la 732.782º entrega de los premios Whopie Goldberg, entrevistando a la recientemente galardonada en la categoría “Física microóndica”, doctora Mary-Lou González. ¿Qué siente tras recibir este premio?
Lo primero que le aclaro, mi nombre se pronuncia Mary-Lou, es decir, como se escribe, qué es eso de “Merilú”, en latinoamérica hablamos español, usted que es argentino debería saberlo. Sobre su pregunta, que me parece bastante pelotuda, me siento un poco pesada, no sé a qué genio se le ocurre servir agnolottis con salsa blanca y queso en una cena como esta. El vino hizo lo suyo también, pero estaría bien si repartieran algún digestivo. Para colmo, después de eso, uno esperaría un postre con heladito de limón, pero ni siquiera, brownies con dulce de leche y merengue. Así que, ¿cómo quiere que me sienta? Como el culo me siento.

¿Y con respecto al premio en sí?
No sabría decirle, mi malestar digestivo opaca todo lo demás. Pero cuando todavía no había comido pensaba que si ganaba me iba a sentir muy bien.

¿Cree que esto podría darle mayor impulso a los campos de investigación que se abrieron luego de que usted descubriera el potencial de las ondas semiesféricas hidropropulsadas en la cocción del chori y los chinchulines trenzados?
Espero que sí, lo deseo de corazón. Imaginate el día que las ondas semiesféricas hidropropulsadas puedan cocinar una morcilla, una rueda, unas mollejitas... ¡Un costillar!

Está babeando, Mary-Lou
¿Y cree que no me había dado cuenta, Einstein? Cuando se le ocurra algo interesante para decir llámeme, si no me encuentra por aquí, búsqueme en el baño de damas.

jueves, 14 de abril de 2011

Las palabras pueden ser mentira, los abrazos no.

Una oración nocturna

Hola dios. No sé si existís. No me consta. Pero como tampoco me consta que no (del mismo modo que me pasa con los unicornios, Alf y la isla de Lost), quisiera decirte una cosa. No es que crea que un ser hipotéticamente tan groso como vos ande surfeando la internet y caiga en mi blog porque es fantástico, pero toda esa cosa de la omnipresencia, onda Droopy, así me dijeron que eras.

Entonces, dejame que te diga algo dios. Si resulta que existís, y estás de acuerdo con todo lo que te hacen opinar tus representantes, por mí te podés ir bien a la mierda. Y no te mando a la concha de tu madre porque aparentemente no tenés. O sí, y es la virgen María, nunca enganché bien el concepto de Jesús siendo dios e hijo de dios a la vez. Pero no viene al caso. Eso. Podés irte bien a la mierda.




(Si resulta que sí existís y no estás de acuerdo, ponete las pilas capo)

jueves, 7 de abril de 2011

Encuesta

¿Y qué cree usted que pasaría si mandara todo todo todo (eso que me gusta poco) al carajo?

viernes, 25 de marzo de 2011

Trampolim




E eu no meio disso tudo sem saber
Que já estamos no início do que vamos ser

miércoles, 16 de marzo de 2011

Autonotografía

Nací fruto de una reconciliación que después demostró haber sido fallida, hace veinticuatro años, cuatro meses y un poco más. Mis papás decidieron que me llamara María Eugenia. Como resultado estoy en contra de los nombres compuestos. Fue un lunes. No me acuerdo de ese día, pero estoy segura de que mis comienzos de semana actuales son mucho menos emocionantes.
Tengo un trabajo que sólo me gusta cuando cobro o cuando viene gente que me deja historias, concretas o para imaginar. La camisa de mi uniforme dice “Correo Argentino”. Mi sello dice “RVS legajo 120973”. RVS son las iniciales de Representante de Ventas y Servicios, eufemismo para “ventanillero/a”.
Mi mente dice que quiero ser periodista. Cuando terminé el colegio me dijo que lo mío era la medicina. Estuve casi convencida de eso durante tres años y medio, que incluyeron CBC, primer año dos veces y segundo por la mitad.
Tengo cuatro hermanos y un hermanistro, dos sobrinos, un novio y un gato negro que se llama Palomo. Amigos, pocos pero me alcanzan. El orden de enumeración no necesariamente indica orden de preferencia.
Los dos libros que más me gustan en el mundo -en el mundo de los libros que leí hasta ahora- son Historias de Cronopios y de Famas y Cien años de soledad. A veces creo que tenerlos como preferidos puede estar un poco gastado, pero son los que me hicieron dar cuenta de cuánto me gusta leer historias.
Escuchar música me teletransporta. Cantar también, creo que lo hago correctamente, es decir, sin desafinar demasiado. Si sigo cantando en público es porque todavía nadie me pidió que la cortara por el bien de los oídos de los demás. Después de un tiempo, que muchas o pocas personas me escuchen me sigue dando nervios, adrenalina o dolor de estómago, que vendría a ser lo mismo.
Escribo de dos maneras diferentes: una cuando me hago la periodista y otra cuando me sale escribir. Espero algún día poder mezclarlas.
Contarle todo esto a un profesor no me hace gracia(*). Saludos.


* Esta es la primer tarea del año lectivo. Bienvenidos a tercero.

lunes, 14 de marzo de 2011

pero sube

arriba

cuesta

cuesta,

miércoles, 9 de marzo de 2011

Yo intento -así-

Todo pasa
todo lo que pasa, pasa
pasará y el último quedará
o no quedará nadie
o quedará sin nada
con la espalda rota y alas oxidadas
con el mar adentro y las palabras mudas
secas y vacías y tristes y gastadas
y entre tanta gente que la vio desnuda
no quedará nadie
y quedará sin nada


(Yo a veces rimo
-así- como puedo
y conmigo)

lunes, 28 de febrero de 2011

une petit découverte

Lo que más más más más más me gusta hacer en el mundo
es cantar.
Como me sale, pero cantar.

lunes, 21 de febrero de 2011

Así estamos

pestipmistas y un poco tristes
Momentáneamente (esperemos)
incolora
inodora
e insípida
pero tratando de fluir

A qué sabes

Hoy
preferiría
que me comieras

sin sal.

viernes, 11 de febrero de 2011

Mi lado oscuro
Mi enojo
El bondi que se me fue
La botella vacía
Medio vacía
El trabajo
El uniforme
El último pucho
El frío innecesario
La gota de sal
La metáfora pedorra
Los martillos
Los pelos
Mi domingo a la mañana
El libro cerrado
El no tiempo
Sin mí
Mis glóbulos rojos
Tan escasos
Los zapatos con taco
El maquillaje que no es
Las vacaciones

El tiempo que creo que me falta
El que creo que se me pasó
El que gasté en nada
Y en veinticuatro años
Mis ladrones
Mis asesinos
El negocio que no entiendo
Mi mundo

Tal vez ampliaremos

jueves, 10 de febrero de 2011

Dónde estoy

Ese es MI banco, ¿entendés? Por eso estaría bueno que te fueras, que te sentaras en otro lado. Porque el Jardín Botánico está lleno de bancos, y ese que -creés que- elegiste está ocupado desde el lunes y hasta el viernes 25 -inclusive. Sí, ya sé que cuando vos llegaste yo no estaba. Pero sí estaba, desde el lunes que me paso todo el día ahí sentada aunque no me veas, aunque no me vean, aunque creas que de 10 a 18 estoy en una pecera contando plata y escuchando a la gente que grita y pide y pelea y de vez en cuando sonríe, yo no estoy donde ustedes creen. Estoy en el banco de mármol que queda enfrente del invernadero, con los pies descalzos, comiendo un sánguche y leyendo a Patti Smith. Entre la una y cuarto y las dos y diez, cuando el sol pasa apenitas entre las sombras de MI árbol, y el gato blanco y negro intenta convencerme sobre las bondades del salame en la alimentación animal. De 10 a 18. Con suerte.

domingo, 23 de enero de 2011

pilarpepa reina de los universos

Estamos las tres solas, en silencio, sentadas en el balcón. Desde la vereda de enfrente nos saluda una extraña. Ese edificio está torcido y me da mucho vértigo.
Y sin embargo no importa, porque ella -chiquitita frágil gigante fuerte encendida clara- está en mis brazos, me mira fijo y. La paz.
En sus ojos, celestes casi transparentes de tan nuevitos que son, puedo ver el Universo entero, y en esa vista me lleno y soy inmensamente feliz. Las pupilas son el centro. Alrededor están las galaxias, infinitos puntos brillantes de luces blancas, soles, todos en movimiento constante bailando una ronda.
Y el balcón, la extraña, el edificio del vértigo, todo desaparece en la hipnosis de sus ojos nuevos, que miran y muestran todo, todo lo que importa en verdad.

sábado, 15 de enero de 2011

¿Qué te estaba diciendo?

Me pasa que a veces me ataca una idea y que mi memoria así de cortita como es no la retiene durante mucho tiempo.

Me pasa que tengo un cuaderno (también conocido como bitácora) en el que anoto las sandeces que se me ocurren. Y a veces alguna que otra cosa “importante”, especialmente en estos no-días de verano sin tarea y sin agenda.

Pero pasa que a veces también me olvido de que llevo encima mi cuaderno de anotar esas cosas que no me quiero olvidar.

Y anotar en el cuaderno de cosas que no me quiero olvidar que tengo que anotar en el cuaderno de cosas que no me quiero olvidar las cosas que no me quiera olvidar me suena a una de esas situaciones que podrían hacer explotar al mundo. Por lo menos al mío, que no por pequeño y personal deja de ser sumamente inflamable.

jueves, 6 de enero de 2011

Puerta

¿Te diste cuenta hoy

de que el cielo no es un techo?



Te dejo que lo medites.

martes, 4 de enero de 2011

¿De qué lado estás?

Me compré un vestido rojo LINdísimo, porque me gustaba y para no parecer tanto un nene. Por lo general me da medio igual, pienso, pero ayer no me dio igual, fui y me compré un vestido rojo LINdísimo.

Lo estrené hoy.

Me compré una coca y cuando la abrí se me desparramó sobre la falda de mi vestido rojo LINdísimo. Parece que cuando la traía en la mochila se agitó un poquito.


Conclusión fructífera del día de hoy:


Algunas mujeres nacen para usar vestidos.

Otras mujeres nacemos para tratar de usar vestidos, derramarnos la coca encima de los vestidos, después reirnos de eso, después descubrir que no sabemos cuan nociva es la coca para los vestidos, después tratar de averiguar por internet, y después escribirlo para volverlo a leer y reirnos de nuevo.